top of page

LOS PASTOS

Y LA

GANADERÍA

MUESTREO DE VEGETACIÓN HERBÁCEA

 

     1. Justificación

 

Desde el punto de vista de la ordenación del territorio, la casi totalidad de los montes bajos de encina, rebollo o quejigo se sitúan en áreas donde la realización de mejoras de pastos herbáceos podría ser interesante para ganado doméstico o silvestre. En este sentido, y sólo cuando realmente exista la necesidad real y justificada de tal mejora, se podría plantear en algún caso la sustitución más parcial que total de estas masas por un tapiz herbáceo de mayor o menor calidad, mediante la implantación del mismo.

 

Se considera positiva la presencia de ganado en el monte, siempre en cargas adecuadas. Si es domestico marcar fechas de entrada y salida, tipo de pastoreo, distribución de puntos de agua en buenas condiciones, etc. Su adecuada presencia aumenta la diversidad, genera empleo, produce calidad y por ende pone en valor terrenos poco productivos de otros modos. Manejados correctamente pueden ayudar a mantener controlada la vegetación herbácea y arbustiva. Sin embargo obtendremos un impacto negativo si la gestión sobre el ganado es mala ya que los resultados serán: fracasos de regeneración, daños graves a la vegetación leñosa, fenómenos erosivos. Por tanto es preciso acotar al pastoreo la parte de la masa recién cortada, hasta que las dimensiones de los brotes los salven del diente ganado.

Sobre suelos calizos, como los de los Montes Torozos, la calidad bromatológica es superior, lo que se traduce en pastos más apreciados por la relativa frecuencia de especies de leguminosas que aportan proteína a la dieta del ganado y son más palatables. A todo esto se le suma la ventaja que presenta el ganado al aprovechar también no sólo los pastos herbáceos, sino también los pastos leñosos y bellotas.

Por último y como una justificación más del por qué hemos elegido la variable “pastos” en este trabajo para el manejo adaptativo de Montes Bajos destacamos la frase extraída del compendio de selvicultura “El papel silvopastoral de los actuales tallares de encina, rebollo y quejigo será con toda probabilidad muy importante.”

 

Información estraida del libro “Compendio de Selvicultura aplicada en España” del capítulo “Selvicultura en montes bajos y medios de Quercus ilex L., Q. pyrenaica Willd. y Q. faginea Lam.”

 

 

     2. Material y Método

 

El estudio de los pastos puede ser abordado a escala de Paisaje, escala de Comunidad Vegetal y escala de Especie (ordenados de menor detalle a mayor) (D. Gómez, 2008)

En nuestro caso consideramos suficiente realizar un estudio a escala de comunidad vegetal donde se analizará la estructura de las comunidades vegetales y su dinámica al tiempo que podremos obtener datos físicos característicos del medio (orientación y pendiente media, tipo de sustrato, espesor del suelo, duración de la cubierta de nieve, humedad a lo largo del año, etc.), la estructura de cada comunidad (cobertura de la vegetación, organización espacial, composición florística, diversidad, abundancia de los distintos grupos funcionales, características y ritmos de la fenología, biomasa, producción primaria) y las distintas variables que definen el valor forrajero. Todos estos aspectos resultan necesarios para conocer y valorar la calidad ecológica y nutritiva de los pastos.

 

Se estudiará:

 

  • Cobertura del estrato vegetal mediante el método de la interceptación. Se observará la “extensión” de la vegetación en términos de superficie de suelo cubierta por las plantas expresando el resultado en porcentaje y fracción del área de estudio.

  • Composición florística: se elaborará una lista de plantas presentes en la. Esta lista recogerá los grupos fisonómicos ya que se considera no necesario hacerlo a nivel de especie por el tiempo que conllevaría y la relativa trascendencia para el objeto del estudio. Se indicará la abundancia de las mismas mediante una escala numérica que irá del 1 al 4, donde:

1= poca abundancia

2= relativa abundancia

3= abundancia

4= mucha abundancia, funcionales

 

  • Biomasa y producción primaria: será objeto de estudio debido a su importancia en las evaluaciones de pastos y su relativa facilidad de medición ya que se reduce simplemente a la parte aérea debido, en parte, a la dificultad de acceder a la materia subterránea (rizomas, bulbos, raíces, etc.) pero sobretodo porque ésta no tiene interés para la utilización pastoral.

 

Se medirá por tanto la cantidad de materia vegetal presente en una determinada superficie en el momento de estudio y se expresará en g/m2.

 

2.1 Material

 

-Cuadros de 0,5 x 0,5 m hecho con tubos corrugados metálicos que disminuye el tiempo de recolección y la incomodidad de transporte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 1. Ejemplo del cuadro con el que se harán los estudios de diversidad de herbáceas.

 

 

- Máquina segadora portátil, aunque este trabajo se podría hacer a mano, la máquina permite tomar las muestras más rápidamente.

- Bolsas herméticas.

- Báscula con precisión de centésima de gramo.

- Bandejas de aluminio

- Estufa.

 

2.2 Metodología

 

Se establecerán 9 parcelas por zona con distribución aleatoria más una de control, resultando un total de 30 parcelas de estudio.

En cada parcela se colocará el cuadro de muestreo sobre el pasto. Se cortará el pasto con la segadora portátil o arrancándolo con la mano y seguidamente se colocarán las muestras en bolsas herméticas para que se desequen lo mínimo posible hasta llegar al laboratorio.

Al llegar al laboratorio, se clasificará el material por grupos fisonómicos y se colocará en bandejas de aluminio. Se realizará una pesada previa en húmedo y otra posterior al secado en estufa. De esta manera se obtendrá la biomasa seca (de pasto) que hay en la superficie del cuadrado de muestreo (g/m2) y así se podrá calcular la biomasa para toda la superficie de la parcela objeto de estudio.

De esta manera podremos obtener un inventario de grupos herbáceos del lugar además de la cantidad de biomasa de pastos para cada grupo y total.

 

 

 

 

bottom of page